ATAQUE
Riobamba nuevamente fue escenario de un hecho violento el pasado feriado, en el barrio Balcones del Norte, a pocas cuadras de la iglesia Bautista y en el sector conocido como La Coca Cola, un ataque armado cobró la vida de David R., un joven de 32 años que conducía una camioneta blanca en la que también viajaban su esposa y tres menores de edad.

De inicio se reportó un posible asalto, pero posteriormente se reveló un panorama más sombrío, mientras la ciudad vuelve a quedar manchada por la violencia. Según relataron los moradores del sector, el vehículo circulaba por la calle principal cuando fue interceptado por individuos armados. Los agresores abrieron fuego en repetidas ocasiones, alcanzando al conductor con varios disparos.
Pese a la rápida reacción de los vecinos y el traslado inmediato del herido a una casa de salud cercana, David R. falleció horas después a causa de un impacto que comprometió su cabeza y le provocó muerte cerebral. Su esposa y los tres niños resultaron ilesos físicamente, aunque afectados por la brutalidad del ataque. Las primeras versiones hablaban de un intento de robo; sin embargo, no hubo sustracción de pertenencias y por la forma en que se produjo el ataque han determinado una hipótesis distinta: un presunto sicariato.
Según allegados, el ataque habría sido ejecutado de manera planificada, y los agresores incluso podrían haber tenido conocimiento del domicilio y de los movimientos de la familia. De forma extraoficial, se conoció que los atacantes se movilizaban en una camioneta marca JAC, color plomo, que fue vista rondando la zona momentos antes del crimen. Este nuevo crimen se suma a una cadena de episodios violentos en la capital chimboracense. Asesinatos, robos a mano armada y presuntos ajustes de cuentas se han vuelto parte del panorama, alimentando un clima de temor entre los riobambeños.
Familiares y moradores esperan y solicitan a las autoridades, lleguen hasta las últimas consecuencias y que de una vez por todas pare la violencia en nuestra ciudad y se haga una verdadera justifica ante estos sucesos que enlutan a una familia más en la Sultana de los Andes.










