CIUDAD
La Terminal Terrestre de Riobamba, una de las infraestructuras más transitadas de la ciudad y eje neurálgico del transporte interprovincial en la Sierra central, muestra un creciente deterioro.
Una edificación envejecida, con falencias estructurales, accesos desordenados y una experiencia de usuario poco digna para los tiempos actuales, ha obligado a que el Municipio, anuncie lo que podría ser el inicio de una reestructuración necesaria y largamente postergada, así lo expresó el propio alcalde, en un diagnóstico preocupante. “Tenemos una terminal en el centro de la ciudad, lo cual es una ventaja, pero está en terapia intensiva”, sentenció Vinueza ante los medios.
Y aunque la frase parece brusca, el deterioro es visible, techos corroídos, zonas de comida mal ubicadas, accesos poco claros y un entorno peatonal conflictivo hacen de la Terminal de Riobamba un espacio incómodo para usuarios y operadores.
Entre las medidas anunciadas, figuran el retiro del paso peatonal en la avenida La Prensa y el traslado de la oficina del director de Movilidad, Ramiro Vallejo, hacia las instalaciones del terminal. La presencia directa del funcionario puede agilizar la toma de decisiones operativas, aunque dista de ser una transformación de fondo.
También se anunció el rediseño de los locales de comida, construidos en la administración anterior. Estas estructuras, mal ubicadas y poco funcionales, generan desorden visual y operan con condiciones sanitarias cuestionables. El Municipio busca reubicarlos en una zona más higiénica, segura y acorde al tránsito masivo de usuarios.
