El pasado viernes 3 de mayo, mientras la gran mayoría de los ecuatorianos descansaban realizando una serie de actividades entretenidas, el grupo de los subempleados (trabajadores informales), desarrollaron su rutina┬á al igual que los 365 días del año.
Este es el caso de Carlos Manzano, betunero del parque Sucre que comentó: “para nosotros los pobres no existen fines de semana ni feriados, si no trabajamos no podemos llevar el sustento diario a nuestros hogares, por lo tanto no queda más que cumplir con nuestra faena diaria”.
Testimonios como este, escuchamos al transitar por los parques, calles y mercados de la ciudad y provincia, testimonios que deben invitarnos a la reflexión ciudadana, “porque no es posible que constantemente estos ciudadanos sean perseguidos por los policías municipales que les arrebatan sus productos, situación que conlleva a pagar multas económicas, las mismas que no pueden cubrirlas, señaló un cliente del betunero en mención”, dijo un transeúnte de la urbe riobambeña. (16)