El artículo 243 de la Constitución Política establece: “Dos o más regiones, provincias, o parroquias contiguas podrán agruparse y formar mancomunidades con la finalidad de mejorar la gestión de sus competencias y favorecer sus procesos de integración. Su creación, estructura y administración serán reguladas por la ley”
Es vital para el futuro de Bolívar, Chimborazo, Cotopaxi, Pastaza y Tungurahua con su cantones y parroquias que las autoridades de estas jurisdicciones territoriales contiguas se pongan de acuerdo y planifiquen su desarrollo en función de la mancomunidad del centro del país, como una buena opción que establece la constitución vigente. Estas provincias, territorialmente s, son contiguas y pueden y deben optar por la conformación de una mancomunidad con el fin de “mejorar la gestión de sus competencias”.
Es urgente y necesario optar por una visión y decisión de políticas innovadoras que van más allá de las obritas clientelares que suelen constituirse en obsesión para ciertas autoridades de elección popular. La agrupación y formación de mancomunidades es un reto histórico para dejar un legado de bienestar a nuestros descendientes. Necesitamos, para ello, líderes con visión y misión de futuro para que asuman los desafíos de desarrollo y transformación de la Zona Centro del país, en la primera mitad del siglo XXI.
Salud, vías son, entre otros, temas a analizarse y resolver. Piénsese lo que significaría para el desarrollo de la Mancomunidad del centro del país que su población tenga acceso a servicios básicos, agua potable, alcantarillado, donde no haya altos índices de desnutrición como actualmente existe. No hay que olvidar que Chimborazo “lidera” la desnutrición infantil a nivel nacional. Los GAds no pueden ni deben mirar a otro lado en este tema fundamental para el desarrollo. ┬┐Y qué decir de las vías? Actualmente la situación es dramática, sobre todo en la provincia de Chimborazo.
La comunidad regional del centro del país saludaría con entusiasmo las políticas visionarias y progresistas de sus líderes. Las cinco provincias y sus dos millones de habitantes aspiran, esperan y exigen que, más allá de los límites provinciales y sus propias identidades, más allá de las motivaciones personalistas o partidistas de coyuntura, se trabaje en la estructuración de la mancomunidad del centro del país con verdadero patriotismo y visión progresista en bien de los millones de vecinos de la región. La comunidad regional es un destino histórico trascendente del centro del país.