JUSTICIA
Luego de 24 días de detención, los dos comuneros del pueblo Waranka, arrestados durante la paralización del viernes 3 de octubre de 2025, recuperaron su libertad por orden del Juez Penal de Guaranda. La decisión se adoptó tras una audiencia en la que se reconoció el principio de interculturalidad, uno de los pilares del sistema de justicia indígena y del marco constitucional ecuatoriano.

La Federación de Comunas, Asociaciones y Barrios de Guaranda (Fecab Brunari) celebró la medida judicial y la consideró un acto de reparación frente a la criminalización de la protesta social indígena.
Durante el proceso, la organización denunció que los detenidos fueron trasladados de manera sorpresiva y sin justificación desde la cárcel de Guaranda hasta el Centro de Rehabilitación Social El Rodeo, en Manabí, pese a que la audiencia del 4 de octubre había dispuesto que cumplieran su medida privativa en la capital bolivarense.
“Este traslado arbitrario vulneró los derechos de los procesados y evidenció graves irregularidades en el sistema penitenciario”, señaló la Fecab Brunari en un comunicado, exigiendo explicaciones al Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de la Libertad (SNAI), que hasta el momento no ha emitido pronunciamiento sobre el caso.
La liberación se ejecutará en la cárcel El Rodeo, donde los comuneros serán puestos en libertad para continuar su defensa en el marco del debido proceso.
Desde las comunidades Waranka, la decisión se recibió como un símbolo de resistencia y dignidad. Líderes locales destacaron que la medida judicial es “una victoria moral frente a la injusticia y el olvido del Estado”, recordando que durante las tres semanas de protestas las comunidades mantuvieron su lucha por la defensa del territorio, el agua y la vida.
“Este hecho no es solo un trámite judicial; es una muestra de que los pueblos no se rinden ante la injusticia”, expresó un dirigente comunitario tras conocer el fallo.