DETERIORO
Un diagnóstico reciente de la Comisión de Ambiente, Salubridad e Higiene del Concejo Municipal revela una situación crítica: 952 de los 1.120 contenedores instalados en Riobamba requieren mantenimiento urgente. El deterioro del 85% de estos equipos compromete la salubridad urbana y refleja la necesidad de una intervención inmediata en el sistema de manejo de residuos.

El deterioro no solo afecta la estética urbana, sino que también se ha convertido en un problema de salud pública que golpea a los barrios más populosos. “Encontramos contenedores en condiciones deplorables, muchos sin tapa o con estructuras deterioradas. Es urgente una intervención técnica y administrativa”, señaló un miembro de la Comisión tras un recorrido por el sector de La Condamine, uno de los puntos más afectados.
Durante la visita, los concejales y técnicos constataron que varios puntos de recolección ya no operan. Algunos contenedores están fuera de uso y otros rebosan de desechos por falta de mantenimiento. En ciertos barrios, los vecinos optan por depositar la basura directamente en las aceras, generando un círculo de contaminación y malos olores.
Los cronogramas de recolección, además, presentan inconsistencias. En sectores periféricos como La Esperanza, Las Acacias o el norte de la ciudad, los camiones no llegan con la frecuencia establecida. El resultado: acumulación de basura, proliferación de roedores y molestias entre los habitantes. El operativo de inspección forma parte de una serie de recorridos que la Comisión de Ambiente realiza por los distintos barrios de Riobamba para verificar el estado real del sistema de recolección de desechos.
En La Condamine, se registró la primera parada. Las siguientes se extenderán hacia otros sectores donde se han reportado constantes fallas. El propósito es identificar las deficiencias y exigir correctivos a las dependencias municipales encargadas del servicio. De acuerdo con los técnicos, el deterioro de los contenedores se debe tanto al uso prolongado sin mantenimiento preventivo como a la falta de reposición oportuna de unidades que han cumplido su vida útil.
Más allá del aspecto operativo, el problema revela una crisis estructural en la gestión de los residuos urbanos. Riobamba genera toneladas de desechos a diario, pero su infraestructura no ha crecido al mismo ritmo. Los contenedores que hoy están al borde del colapso fueron instalados hace varios años, sin que exista un plan de renovación sostenido.










