DEFLAGRACIÓN
Una emergencia estructural se registró este 22 de diciembre en Riobamba luego de una deflagración en una vivienda de dos pisos, hecho que demandó la activación de los equipos del Cuerpo de Bomberos. El suceso, que dejó daños materiales, estaría vinculado al manejo inadecuado del Gas Licuado de Petróleo (GLP), reabriendo el debate sobre la seguridad en las instalaciones domésticas y la prevención de riesgos en espacios habitacionales.

De acuerdo con el Departamento de Prevención de Incendios, la deflagración tuvo su punto de origen en la cocina del inmueble, espacio en el que se detectaron múltiples irregularidades técnicas que, al concurrir de manera simultánea, facilitaron la liberación constante de Gas Licuado de Petróleo (GLP) y su acumulación progresiva en un ambiente cerrado, condición clave para la generación del evento. Durante la inspección, los equipos del Cuerpo de Bomberos constataron que la manguera utilizada para la conducción del GLP no cumplía con las especificaciones técnicas ni contaba con la certificación exigida para este tipo de combustible.
La falta de resistencia del material incrementó significativamente la probabilidad de fuga. A esta deficiencia se sumó una conexión asegurada de forma improvisada mediante alambre, en sustitución de abrazaderas metálicas de seguridad, práctica que impide un sellado hermético y expone a los ocupantes del inmueble a un riesgo permanente. Otro factor determinante identificado fue el deterioro del regulador de presión. El desgaste visible en el vástago comprometía el control adecuado del flujo de gas, permitiendo su liberación continua hacia el ambiente.
Adicionalmente, al momento de la evaluación técnica, se verificó que todas las perillas de la cocina se encontraban abiertas, lo que facilitó la dispersión ininterrumpida de GLP al interior de la vivienda. Según el análisis especializado, la combinación de estos elementos generó una atmósfera altamente inflamable. La presencia de una fuente de ignición que no ha podido ser identificada con precisión habría actuado como detonante de la deflagración, un tipo de combustión rápida caracterizada por la expansión súbita de gases.
Este fenómeno provocó daños estructurales de consideración en el inmueble, aunque no se reportaron personas heridas. El suceso vuelve a evidenciar una problemática recurrente en los hogares: la informalidad en la instalación y el mantenimiento de los sistemas de GLP. Desde el Cuerpo de Bomberos de Riobamba se advirtió que este tipo de emergencias no responde a hechos fortuitos, sino a la acumulación de malas prácticas que, de no corregirse a tiempo, pueden derivar en consecuencias graves o incluso fatales.
Frente a este escenario, las autoridades reiteraron el llamado a la ciudadanía a asumir un rol activo en la seguridad de sus hogares, especialmente en lo relacionado con el uso del Gas Licuado de Petróleo (GLP). Recomendaron realizar inspecciones periódicas de las instalaciones, verificar el estado de mangueras, reguladores y conexiones, y sustituir de inmediato cualquier componente que presente desgaste, fisuras o signos de deterioro.










