CLASIFICATORIA
Haití volvió a clasificar a un Mundial después de 52 años, noticia que desbordó las calles de Puerto Príncipe y sus alrededores. No importó la oscuridad que domina la ciudad, ni los temores que se han vuelto rutina.

El triunfo por 2–0 frente a Nicaragua en la última jornada del Grupo C abrió una ventana de esperanza en el pueblo haitiano. Al término del partido, hubo celebraciones inusuales. Disparos al aire, gritos y cánticos improvisados en una celebración espontánea que recorrió los barrios de la zona metropolitana.
El boleto a la Copa del Mundo 2026 no arregla la violencia ni los apagones, no resuelve las crisis políticas. Pero ofrece un pequeño pulso de orgullo nacional, una luz que miles de haitianos decidieron sostener, aunque sea por una noche. Y en un territorio donde la esperanza suele ser un recurso escaso, ese simple gesto tiene un valor incalculable.










