Cuando el exPresidente Correa, durante su administración, dijo┬á┬á┬áque no entregará el 40% para las pensiones jubilares y┬á┬áratificó que no dará ni 20┬á┬ácentavos más a la seguridad social porque el IESS┬á┬átiene superávit, esa declaración, como era de esperarse,┬á┬ádespertó mucha preocupación e incertidumbre en la ciudadanía, particularmente en el sector de los jubilados, que veían amenazada su┬á┬árelativa tranquilidad en los años en que, por efecto de la edad, su agudizan su males y enfermedades y, de hecho, acuden con más frecuencia a tratamientos médicos y los controles son cada vez más exigentes y periódicos.
Esas y otras decisiones┬á┬ápolíticas frente al┬áInstituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS)┬á┬ále han llevado a una situación crítica, tanto, que┬á┬áen un momento dado, se lo llegó a declarar en quiebra. Ventajosamente la Corte Constitucional ya┬á┬ádeclaró inconstitucional lo decidido┬á┬ápor Correa.
Es doloroso para la jubilados haber trabajado┬á┬ábuena parte de┬á┬ásu vida para recibir una mínima pensión y en muchos casos, una deficiente atención en su salud, a causa de un sistema que históricamente ha sido caja chicha de los gobiernos de turno, especialmente┬á┬áen la década de la Revolución ciudadana a la que┬á┬áno le importó las graves consecuencias de sus decisiones políticas.
A propósito,┬á┬áno hay que olvidar que la Constitución del 2008┬á┬áen el┬á┬áArt. 372 literalmente dice: “Los fondos y reservas del seguro universal obligatorio serán propios y distintos de los del fisco, y servirán para cumplir de forma adecuada los fines de creación y sus funciones. Ninguna institución del Estado podrá intervenir o disponer de sus fondos y reservas, ni menoscabar su patrimonio”. Pero también el┬áartículo 36 de la misma┬á┬áConstitución dice: “Las personas adultas mayores recibirán atención prioritaria y especializada en los ámbitos público y privado, en especial en los campos de inclusión social y económica…”.