El personal de salud fue enviado a las zonas en emergencia

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Un grupo de médicos tiende a varias familias de la parroquia Pucayacu. Foto cortesía de Lupa y Cedazo.

El MSP también desplazó brigadas médicas hacia la parroquia El Tingo La Esperanza, del subtrópico de Pujilí, pero no pudieron llegar por los deslizamientos de tierra en las vías y los caudales crecidos de los ríos. Ese personal se quedó en Pucayacu a reforzar la atención a los damnificados. Para prevenir posibles enfermedades, el personal del MSP toma los signos vitales, receta medicamentos, vacuna y realiza chequeos médicos, odontológicos y obstétricos.

Las autoridades del Ministerio de Salud Pública (MSP) de Cotopaxi han enviado brigadas médicas a la parroquia Pucayacu, de La Maná, para atender a las familias damnificadas por el desbordamiento del río Quindigua. Las personas se encuentran alojadas en los tres albergues habilitados en la parroquia y en casas de familiares, amigos y vecinos.

Para garantizar una convivencia adecuada, el personal del MSP registra los datos de cada familia para su seguimiento y revisa la página web del ministerio para averiguar si los albergados tienen las dosis completas de la vacuna contra la covid-19 o, caso contrario, vacunarles. Ocho familias están albergadas en centro gerentológico, 18 en la unidad educativa y 11 en la Junta de Agua Potable.

Más las albergadas en casas particulares, son, en total, 112 personas. “Hasta el momento se ha brindado 48 atenciones médicas integrales a las familias, considerando que se tiene grupos de riesgo como 9 niños menores de cinco años, 3 mujeres gestantes, 13 personas con enfermedades crónicas y 14 adultos mayores”, detalló el Distrito de Salud Pujilí ÔÇô Saquisili ÔÇô Sighcos del MSP este jueves. Mientras que Cecilia Cevallos, coordinadora técnica del centro de salud de Pucayacu, advirtió que los niños en estas circunstancias, por su edad, son más vulnerables y que necesitan atención diferenciada e inmediata.

“Los niños en estos momentos necesitan la atención de todos, por su edad se vuelven más vulnerables, luego de haber perdido su hogar y tener que convivir en un albergue con otras familias necesitan atención diferenciada e inmediata, para evitar que se presenten cuadros de tristeza prolongada, ansiedad de separación de su casa y alteraciones del sueño o apetito, siendo importante la intervención oportuna para realizar actividades grupales como descarga emocional”, explicó.

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