El líder que volvió a salvar al Pachuca

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GOLEADOR

El delantero ecuatoriano Enner Valencia respondió con dos goles de jerarquía que pusieron el empate ante un rival que parecía tener controlado el partido, el capitán de la Selección ecuatoriana abandonó el campo con una molestia muscular.

Enner Valencia fue figura en México.

Toluca impuso su ritmo y encontró la ventaja con un juego vertical y ofensivo. Pachuca, superado en las transiciones, parecía condenado a repetir los errores de encuentros pasados. Pero el temple y la experiencia de Enner Valencia cambiaron el guion. El ecuatoriano, acostumbrado a ser el punto de equilibrio emocional de los equipos donde juega, pidió la pelota, retrocedió metros y buscó el arco con decisión.

Desde fuera del área soltó un derechazo demoledor que se coló en el ángulo, un disparo imposible para Luis García. Fue el tipo de gol que rompe inercias y contagia fe. A partir de ahí, Pachuca volvió a creer. La igualdad llegó con la misma autoridad. Un penal a favor del visitante. Enner, sin titubeos, tomó el balón y definió con la serenidad de quien conoce el oficio. Derechazo cruzado, bajo, eficaz. Pachuca empataba y su número 10 volvía a demostrar que no necesita mucho para aparecer: le basta un instante, una oportunidad y su eterna confianza.

Cuando restaban pocos minutos para el final, Valencia cayó al césped, tomó su pierna izquierda y pidió asistencia médica. Su gesto de dolor preocupó al cuerpo técnico. La sustitución fue inevitable, en una clara medida de precaución, aunque la escena preocupa al seleccionado ecuatoriano, donde su estado físico siempre será importante dad la carencia de delanteros.

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