
Por. Eduardo Diaz A.
Desde la época de Roma, lo que hoy entendemos por derecho, es el Ius, es decir, el conjunto de normas que son de cumplimiento obligatorio, y que regulan la vida en sociedad, es la ley estricta y formal, “ius civile”, “ius gentium”, con la facultad de las connotaciones en derecho público, de exigir que se cumpla determinada prestación de servicios.
Cuando hablo del Fas, me refiero a la ley no estricta, no formal, porque no es creada por el Estado, se fundamenta en la costumbre, la creencia de la justicia divina, desde la época de la sociedad Romana, se la conoce como el Fas que tiene origen en lo divino, y que está por encima de la ley estricta, “fas divinum”, “fas humanum” <normas de conducta y moral>.
Ahora bien, cuando me refiero a la administración pública de bienes y servicios, hablo en el contexto de la gestión de los recursos públicos <que son propiedad del Estado>, y que se utilizan para el beneficio de la sociedad. Y, “La caja negra” es precisamente esos factores internos, inescrutables, que inciden en el comportamiento de los consumidores “los ciudadanos” <creencias, valores, motivaciones, formalidades estrictas por la ley>, pero que es lo que pasa, sobre todo en las administraciones públicas locales, Si, sobre todo en los GADS provinciales, cantonales y parroquiales, donde los procesos internos son desconocidos, oscuros y a dedo.
La caja negra, está por reventar, ni los estímulos del marketing y la publicidad, podrán ocultar los factores situacionales de lo que verdaderamente ocurre, donde se da rienda suelta a la transgresión de la ley, a la conducta atípica y, lo antijuridico, pues siempre prevalece “La ley y la verdad” que se posicionan y fundamentan, en el humanismo en Cristo.
A vista y paciencia de los ciudadanos, solo queda en evidencia que: “El IUS, el FAS, y la caja negra” serán puesta en evidencia, por el oscurantismo de algunas autoridades locales.