PENALIZACIÓN
Una vez más, Ecuador no está. No hay jueces tricolores en la lista preliminar. No hay nombres, no hay representación. El arbitraje ecuatoriano, no vive su mejor momento. La próxima capacitación FIFA, se realizará sin presencia nacional, y eso es la consecuencia lógica de un arbitraje que no logra sostener nivel, credibilidad ni regularidad.

La LigaPro ofrece cada fin de semana un diagnóstico repetido, fallos discutibles, uso errático del VAR, criterios cambiantes y partidos condicionados por decisiones que nunca terminan de cerrar. En ese contexto, no resulta extraño que los árbitros ecuatorianos aparezcan poco y nada en torneos Conmebol. Sus participaciones en Libertadores, Sudamericana o Eliminatorias son esporádicas y rara vez en instancias de alta exposición.
Algunos han tenido oportunidades, otros han sido reubicados en el VAR, como un reconocimiento tácito de límites en el campo. Pero ninguno logró superar el corte que exige la FIFA para proyectar arbitrajes mundialistas. No se trata de preferencias ni de conspiraciones regionales, se trata de rendimiento sostenido, evaluación técnica y confianza internacional. Y ahí Ecuador vuelve a fallar.










