POLÍTICA
El 4 de diciembre de 2025, el buró político del movimiento Revolución Ciudadana emitió un pronunciamiento en el que hace un llamado claro: quienes ya no se sientan identificados con los principios del grupo deben desafiliarse voluntariamente.

La medida se produce a raíz de la reciente renuncia de Marcela Aguiñaga, exprefecta del Guayas, cuyo alejamiento había sido anticipado tras tensiones internas. En su comunicado, el movimiento advirtió que no mantendrá espacio para quienes, desde sus filas, ya no compartan su ideología o convicciones originales.
El líder histórico del grupo, Rafael Correa, respaldó la posición del partido y afirmó que Aguiñaga “ya estaba afuera hace mucho”, reafirmando que su permanencia dependía de un compromiso firme con los valores de la organización.
En su anuncio público, el buró enfatizó que el movimiento fue fundado para enfrentar lo que consideran “partidocracia” y gobiernos corruptos, y se definió firme en no dar espacio a lo que denominaron militancia “tibia” o poco comprometida.
La salida de Aguiñaga y el llamado a la depuración interna evidencian una crisis de identidad al interior de Revolución Ciudadana, que podría afectar su cohesión interna así como su capacidad de movilización a futuro.










