En un ejercicio planificado para evaluar el rendimiento del personal en condiciones de baja visibilidad, la Escuela de Caballería Blindada desarrolló una jornada de instrucción nocturna orientada al perfeccionamiento del uso de sistemas de comunicación en vehículos blindados.

La actividad estuvo dirigida a los alumnos que cursan los programas de ascenso de Soldado a Cabo Segundo y de Cabo Primero a Sargento Segundo, quienes forman parte del relevo técnico y operativo de la fuerza terrestre.
Durante el entrenamiento, los participantes recibieron una capacitación detallada en el funcionamiento de los sistemas de radio Thomson y Taridan, herramientas indispensables para sostener la comunicación táctica entre unidades durante una operación militar.
Los instructores recalcaron la importancia de que los futuros mandos conozcan a profundidad los procedimientos para establecer, mantener y restablecer los enlaces de manera inmediata ante cualquier contingencia.
Además del manejo de los equipos de comunicación, la instrucción incluyó la revisión de los sistemas eléctricos de los vehículos blindados, con el fin de garantizar su operatividad continua. Este componente técnico es clave, ya que cualquier falla en el suministro eléctrico puede comprometer la seguridad de la tripulación o dejar sin enlace a una unidad en pleno despliegue.
Las prácticas realizadas durante la noche permiten recrear escenarios reales donde los soldados deben tomar decisiones rápidas y ejecutar procedimientos precisos en ambientes hostiles o con visibilidad limitada.
“El entrenamiento nocturno obliga a los alumnos a afinar sus sentidos y aplicar con rigurosidad cada protocolo. Aquí no hay margen de error, y eso es lo que buscamos: personal preparado para enfrentar situaciones reales”, señalaron los instructores a cargo.










