CLAUSURA
Una intervención sanitaria realizada el 26 de diciembre, en la ciudad de Riobamba dejó al descubierto una serie de irregularidades que ponían en riesgo directo la salud de los pacientes. Como medida preventiva, las autoridades procedieron a la clausura provisional de un consultorio odontológico, tras constatar incumplimientos graves a la normativa que regula la prestación de servicios de salud en el país.

El operativo se desarrolló en el marco de los controles permanentes que ejecutan los organismos competentes en la provincia de Chimborazo, con el objetivo de garantizar que los establecimientos de atención médica cumplan con los estándares mínimos de seguridad, bioseguridad y calidad. Durante la inspección, se verificó que el consultorio no contaba con el permiso de funcionamiento emitido por la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada (ACESS), requisito indispensable para operar legalmente. El informe preliminar de la inspección detalla múltiples deficiencias de carácter sanitario.
Entre los hallazgos más preocupantes figura el inadecuado manejo de los desechos infecciosos, los cuales eran eliminados en fundas negras comunes, incumpliendo los protocolos establecidos para residuos peligrosos generados en establecimientos de salud. Esta práctica representa un riesgo tanto para el personal como para los pacientes y el entorno. Asimismo, se constató la existencia de insumos médicos caducados, almacenados en áreas de atención, lo que evidencia una falta de control y gestión responsable de los materiales utilizados en los procedimientos odontológicos.
Otro punto crítico fue la deficiencia en los procesos de esterilización del instrumental, un aspecto fundamental para prevenir infecciones cruzadas. Según los técnicos, el consultorio no cumplía con los procedimientos adecuados para garantizar la desinfección segura del equipo clínico, incrementando el riesgo de transmisión de enfermedades.
A las falencias sanitarias se sumaron deficientes condiciones higiénico-sanitarias en el establecimiento y la ausencia de un responsable técnico, figura obligatoria encargada de supervisar el cumplimiento de las normas de bioseguridad y la correcta prestación del servicio. Durante la inspección también se evidenció la utilización de insumos de ortodoncia sin que el profesional responsable acreditara la especialidad correspondiente, lo que constituye una infracción grave.








