La asambleísta por Bolívar, Mariana Yumbay, se pronunció sobre los hechos registrados en Otavalo e Imbabura durante las recientes manifestaciones sociales. En un comunicado público, la legisladora afirmó que el cantón “no es zona de guerra, sino territorio de dignidad”, y denunció lo que calificó como una brutal represión estatal contra los manifestantes.

“Los pueblos no somos enemigos del Estado; somos parte de esta nación que resiste y exige vivir con dignidad”, expresó Yumbay, quien pertenece a la bancada de la Revolución Ciudadana. Según su declaración, en los últimos días se habrían registrado decenas de heridos, entre ellos niños, y más de 30 personas detenidas como resultado del uso indiscriminado de gases, balas y granadas por parte de la fuerza pública. La asambleísta señaló que incluso se habrían lanzado bombas lacrimógenas dentro de viviendas y centros de salud, poniendo en riesgo a personas de la tercera edad y pacientes.
Yumbay también denunció que en Cotacachi se habría interrumpido la señal de internet, dejando incomunicadas a varias comunidades, lo que calificó como un “cerco mediático”. Además, alertó sobre el ingreso de convoyes militares a centros médicos para detener a personas heridas, lo cual —según indicó— viola el Derecho Internacional Humanitario.
La legisladora hizo referencia al caso del comunicador Atuk Way (Apak TV), quien habría resultado herido por impacto de bala mientras cubría las manifestaciones, hecho que consideró un atentado contra la libertad de prensa.
La asambleísta exigió el cese inmediato de la represión, atención médica sin restricciones para los heridos, la liberación de los detenidos y la presencia urgente de organismos internacionales, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la ONU y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH).