
Por. Eduardo Díaz A.
Cuando los beneficios están disfrazados de <generosidad> es cuando afirmo que hay personas ensombrecidas, que se aprovechan de circunstancias y quebrantan la ética social, porque no todo lo legal es moral, sino miremos en retrospectiva, cuando la esclavitud como situación jurídica, era legal; en la que un individuo “esclavo” era considerado propiedad de otro “el amo”.
┬┐Podría haber sido este escenario moral? No, pero absurdamente era legal, aun sabiendo que una persona era tratada como objeto y mercancía de cambio. Abraham Lincoln enfrentó a la Corte Suprema de aquella época y expresó su oposición moral a la esclavitud en público. “Soy naturalmente antiesclavista, si la esclavitud no está mal, nada está mal”.
Esto nos debe llevar a pensar, que no hay Corte en el mundo infalible o inequívoca, porque existen errores pasados y presentes, que deben ser observados, porque a menudo, la lealtad de las personas, por lo general dura, hasta donde dura su beneficio; y es que esa lealtad disfrazada, se desenmascara, porque cuando ese beneficio desaparece, la lealtad, también desaparece, no hay que asombrase porque el precio de la conciencia, no es para gente barata, y sin conciencia, porque carecen de reserva moral.
┬┐Que precede a lo moral? La verdad, y para ser leal, hay que primero descubrir y luego anunciar la verdad, porque la ingratitud y la traición, son beneficios disfrazados, la ingratitud por defecto es detestable, hija del egoísmo, con la característica perversidad del ingrato, que en ocasiones llega hasta el extremo de perjudicar a su propio bienhechor. La ingratitud está acompañada de un egocentrismo tan exagerado que nos hace olvidar el peso de la conciencia y el amor por la doctrina, la academia y la razón , la ingratitud no reconoce el mérito ajeno ni los favores que recibe, muy lejos de ello, los ignora, La ingratitud desprecia el conocimiento, la formación, incentiva la ignorancia, y cuando no hay verdad, se abre paso a la deslealtad que se convierte en un vicio egoísta que lleva a la perversidad, haciendo que lo perverso e inmoral pueda incluso ser legítimo, pero no moral.
Por eso, siempre decida usted descubrir la verdad, y ser leal sus principios, aunque por un tiempo el sistema crea que es legal.