SALUD
Con un enfoque técnico, humano y preventivo, la Coordinación Zonal 3 del Ministerio de Salud Pública avanza en el fortalecimiento de la atención sanitaria dirigida a las Personas Privadas de Libertad (PPL) en la provincia de Chimborazo, reafirmando que el acceso a la salud es un derecho fundamental que debe garantizarse sin distinción.

La iniciativa apunta a mejorar la calidad de los servicios médicos dentro de los centros de privación de libertad, mediante una planificación coordinada y sostenida en el tiempo.
En este contexto, el coordinador zonal de Salud, Diego Rodríguez, encabezó una mesa de trabajo con los responsables de las áreas de Salud Mental y Primer Nivel de Atención, con el propósito de evaluar la situación actual y definir estrategias que permitan optimizar la respuesta del sistema sanitario penitenciario. Durante el encuentro se establecieron lineamientos claros para una atención oportuna, continua y centrada en el bienestar integral de los pacientes.
Uno de los ejes prioritarios es el fortalecimiento de la salud mental, considerada un componente clave dentro de la población penitenciaria. Las autoridades anunciaron la implementación y actualización de protocolos de acompañamiento psicológico, así como acciones de prevención de riesgos psicosociales, orientadas a reducir episodios de ansiedad, depresión y conductas autolesivas. Estas medidas buscan no solo atender crisis, sino también promover la estabilidad emocional y la reinserción social.
De igual forma, se acordó reforzar la atención primaria en salud mediante el despliegue de brigadas médicas multidisciplinarias que realizarán controles periódicos, seguimiento de enfermedades crónicas y acciones de prevención. El objetivo es detectar de manera temprana posibles patologías y evitar complicaciones que puedan derivar en emergencias, garantizando un monitoreo constante dentro de los centros. Otro aspecto fundamental abordado fue la continuidad del cuidado, un desafío recurrente en el sistema penitenciario. Para ello, se establecieron mecanismos que aseguren que cada persona reciba su tratamiento de forma ininterrumpida, incluso en casos de traslados, cambios de pabellón o procesos administrativos. La trazabilidad de la atención y el control de medicamentos forman parte de este compromiso institucional.







