LIGAPRO
El Albo derrotó 2-0 a Universidad Católica en el Rodrigo Paz Delgado y sacó rédito del tropiezo de Barcelona ante Independiente del Valle. El resultado le abrió la puerta grande a la Copa Libertadores, ingresando directamente a la fase de grupos y evitando el sinuoso camino de las rondas preliminares.

No era un partido cualquiera, aunque en el papel Liga ya tenía asegurada su presencia internacional. El verdadero botín estaba en el cómo y en el cuándo, ganar era indispensable, pero también lo era que Barcelona no hiciera los deberes en Chillo-Jijón. Esa combinación, siempre ingrata para quien depende de terceros, terminó alineándose a LDU.
El año de Liga había sido, por decirlo con mesura, irregular. Un equipo que nunca terminó de consolidar una identidad sostenida, que alternó pasajes de autoridad con lagunas preocupantes, y que vio escapar su única opción real de título en la final copera frente a Católica. Por eso, este cierre tenía aroma a examen final.
Liga salió a jugar con la urgencia de quien entiende que el margen es mínimo. Presionó alto, aceleró por bandas y encontró en Gabriel Villamil y Jeison Medina los primeros avisos de que el arco visitante estaba bajo amenaza. El gol llegó como suelen llegar los goles bien trabajados, definición limpia, de Michael Estrada, quien volvió a aparecer en el segundo tiempo para sellar su doblete y, en los hechos, sentenciar el partido. Liga terminó el año sin títulos, pero con una clasificación que le devuelve oxígeno, incluso en lo económico.










