Sarmiento no la pasa bien y se aleja del Mundial

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MUNDIAL

A poco más de seis meses del arranque de la Copa del Mundo, la ecuación es cruel, continuidad, rendimiento y protagonismo. Todo lo que no encaje en esa fórmula suele quedar fuera de la foto final. En ese escenario, el presente de Jeremy Sarmiento en el Cremonese genera preocupación.

Jeremy puede quedar fuera de la lista del Mundial por su presente en Italia.

El extremo nacido en Madrid, pero formado bajo la bandera tricolor, tomó una decisión que parecía lógica sobre el papel. Salir del Brighton y aterrizar en el fútbol italiano debía acompañarlo de minutos, roce competitivo y liderazgo. Un cambio de aires pensado para relanzar una carrera que había entrado en pausa y, sobre todo, para volver a seducir al cuerpo técnico de Ecuador. Sin embargo, la realidad ha sido áspera, silenciosa y estadísticamente alarmante.

Desde su llegada al Cremonese, Sarmiento no ha logrado instalarse como una pieza relevante. Su participación ha sido intermitente y en varios pasajes, inexistente, ha quedado relegado al banco de suplentes, incluso ha desaparecido de algunas convocatorias, una señal que en el fútbol profesional rara vez es casual.

El balance es frío, ha tenido acción en la mitad de los partidos disputados por su equipo en la Serie A y, cuando lo hizo, fue en tramos finales, sin tiempo ni contexto para marcar diferencias. El casillero de goles y asistencias permanece en cero, una estadística que pesa el doble para un jugador de su perfil, llamado justamente a desequilibrar, romper líneas y ser determinante en el último tercio del campo.

Sebastián Beccacece observa, evalúa y decide con un criterio que prioriza el presente por encima del potencial. El Mundial no se juega con promesas ni con recuerdos, sino con futbolistas que llegan en ritmo, con confianza y con protagonismo en sus clubes. Hoy, Sarmiento no cumple con ninguno de esos requisitos.

 

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