ASCENSO
La goleada de Cuenca Juniors 4-0 sobre Mineros SC, se cerró con un contundente 6-0 en el global, siendo la confirmación de un equipo que entendió el Ascenso Nacional como un espacio para imponer una idea clara y sostenerla hasta el final.
En tres años de vida institucional, los “Gallos” lograron lo que a muchos proyectos les toma décadas, competir con identidad y ascender sin atajos. El partido de vuelta propuso una diferencia que no se reduce a lo futbolístico. Cuenca Juniors asumió la responsabilidad con naturalidad, monopolizó la posesión y obligó a Mineros a replegarse, a aceptar un rol defensivo que terminó siendo insuficiente. El premio ya está asegurado, competirán en la Serie B en 2026. Con un compromiso pendiente. La final ante Liga de Portoviejo por el título de Segunda Categoría será esencial. Cuenca Juniors llega a esa instancia con autoridad. En tiempos donde el ascenso suele asociarse al sufrimiento extremo, los “Gallos” ofrecieron otra narrativa, la de un equipo joven que creció rápido porque tuvo claro el camino, una dirigencia que supo manejar los hilos de la institución y jugadores comprometidos con el objetivo que ahora lo festejan.
