OBRA
En una rueda de prensa, Marcelo Ladino, presidente de la Asociación de Comerciantes del Mercado Mariscal, anunció que los 119 socios se declaran formalmente opuestos a la construcción del nuevo mercado proyectado por el Municipio de Pastaza.

Según afirmó, la obra no ha sido debidamente socializada y, pese a ello, los comerciantes ya han sido notificados sobre su traslado temporal al camal municipal.
Ladino señaló que el gremio se mantiene “unido y firme” en su decisión de permanecer en el actual edificio y advirtió que no permitirán que las autoridades municipales “dividan al sector comercial”. Aseguró que la notificación de desalojo vulnera derechos de asociación y trabajo.
Por su parte, el abogado defensor de los comerciantes, José Núñez, sostuvo que el aviso de traslado constituye “una lesión a los derechos constitucionales” de los vendedores. Recalcó que la resistencia consiste en permanecer en el inmueble del Mercado Mariscal, pese a las advertencias de que, en caso de no retirarse, serían desalojados con el uso de la fuerza pública.
El jurista informó que se entregó un documento en la Gerencia Regional del Banco de Desarrollo del Ecuador (BDE), en el que se expone que el Municipio no habría cumplido los procesos legales para ejecutar la obra financiada por esta entidad.
Desde la administración municipal, los técnicos y el alcalde Germán Flores Meza explicaron que el edificio del Mercado Mariscal tiene más de 40 años y se encuentra en riesgo estructural, por lo que la construcción de un nuevo centro de abastos es necesaria para evitar un colapso. La obra supera los 4 millones de dólares y será financiada por el Banco del Estado.
El Municipio sostuvo que se han realizado varias reuniones con los comerciantes y con la Federación de Comités Barriales, por lo que, aseguran, sí se ha cumplido con los procesos de socialización y diálogo. Sin embargo, el conflicto continúa abierto, mientras los comerciantes reiteran que no abandonarán el mercado actual.










