CAMPEONATO
Independiente del Valle llegaba con la calculadora en la mano y la ilusión de sentenciar el título de la LigaPro en terreno ajeno. Pero la U, supo manejar el resultado incluso con el marcador en contra, justo cuando el guion parecía inclinarse hacia los Rayados. El 2-1 final, con un gol agónico de Lisandro Alzugaray, desnuda viejos vicios de IDV y exhibe, por momentos, las credenciales de un equipo albo que se mueve entre la irregularidad y el orgullo competitivo.

Liga salió a condicionar el partido. Presión alta, circulación rápida y ocupación agresiva del último cuarto de cancha. La intención era no permitir que Independiente construyera desde el orden táctico que lo distingue. Los locales generaron las primeras acciones claras, pero toparon Guido Villar estuvo sobrio, oportuno, transmitió calma que se iba diluyendo con los ataques de LDU. Independiente del Valle respondió sin estridencias, pero con esa frialdad que suele convertir un mínimo espacio en una jugada de riesgo.
Y cuando el partido parecía encaminarse hacia el asedio albo, Independiente encontró un gol de contragolpe una pared limpia entre Spinelli y Briones, y una volea impecable del argentino para el 1-0. Con un jugador menos, IDV parecía que cerraba la temporada. El gol obligaba a la U a abandonar el discurso y pasar a los hechos, un pase filtrado de Estrada dejó a Alexander Alvarado frente al arco. El volante se barrió para empujar la pelota y devolver la igualdad.
Nueve minutos después, Estrada marcaba el 2-1 que parecía consumar la remontada. Sin embargo, el VAR llamó al árbitro Robert Cabrera, falta previa de Gian Alíala sobre Spinelli, gol anulado y expulsión del uruguayo, el equipo de Rabanal se replegó. En el tiempo añadido, cuando IDV ya pensaba en llevarse el empate para celebrar el título en casa, llegó el golpe definitivo. Cornejo filtró un pase vertical y Alzugaray, sin espacio para pensar, resolvió de primera para poner el 2-1. Golazo y frustración absoluta en el bando visitante.










