GALARDÓN
La institución de salud obtuvo el Primer Lugar del Premio Rimmer Internacional, un reconocimiento para proyectos que integran innovación tecnológica, enfoque humano y rigor clínico. El galardón fue otorgado por IA PROA, una herramienta pionera en el país para la optimización del uso de antimicrobianos mediante Inteligencia Artificial.

Mientras otros hospitales aún intentan adaptarse a protocolos básicos de control de infecciones, Riobamba se adelantó con un desarrollo para corregir una de las amenazas silenciosas más graves de la medicina moderna, la resistencia antimicrobiana.
En marzo pasado, bajo el liderazgo del médico internista Héctor Ortega, se conformó el Comité PROA, un equipo multidisciplinario que diseñó una estructura operativa modelada para intervenir de manera directa y continua en la prescripción de antibióticos. El resultado fue IA PROA, una arquitectura inteligente que actúa desde el momento en que un médico prescribe un antimicrobiano.
La herramienta recibe la notificación, activa un “motor de decisión” que cruza datos con las guías PROAnet, calcula un puntaje de riesgo y, mediante una alerta institucional, entrega al médico una recomendación ajustada al contexto clínico del paciente.
Luego sigue un monitoreo sistemático que evalúa la evolución y permite intervenir nuevamente si es necesario. No se trata de supervisión, sino de precisión.
La herramienta optimiza el uso de antibióticos, acortando la estancia hospitalaria, reducir complicaciones y evitar el uso indiscriminado de medicamentos. El propio Ortega dijo que el sistema ha logrado una eficacia clínica del 73,2% de mejoría a las 72 horas, gracias al seguimiento automatizado. Riobamba acaba de demostrar que la inteligencia artificial puede integrarse con humanidad y rigor clínico.
El reconocimiento no solo representa un logro para la institución de salud de Riobamba, sino también un precedente para la medicina ecuatoriana y regional. En un escenario donde la resistencia antimicrobiana amenaza la eficacia de los tratamientos modernos, este sistema demuestra que la integración de inteligencia artificial, enfoque humano y rigor clínico es posible y necesaria.










