LIGAPRO
El 2-2 final en el Monumental fue un partido con ritmo, con goles y con disputa digna de un choque por cupos internacionales. Sin embargo, al cierre de la jornada, es evidente que el resultado termina beneficiando más al conjunto albo, que mantiene su posición de privilegio en la pugna por el segundo lugar del hexagonal y da un paso sutil hacia la clasificación a fase de grupos de la Copa Libertadores.
El Ídolo, en cambio, terminó lamentando lo que pudo ser. No por falta de intención, Barcelona mostró tramos de buen juego, intensidad en ataque y una mejoría notable tras un arranque accidentado, pero tuvo falta de contundencia como en varios de sus encuentros en esta etapa.
No habían pasado ni 40 segundos, consecuencia de un desajuste defensivo que volvió a mostrar la fragilidad del equipo en los primeros minutos. Un centro que parecía controlable se transformó en un mal despeje hacia el corazón del área, y allí Fernando Cornejo firmó un golazo al ángulo que dejó sin opciones a Arruabarrena.
El dominio progresivo de BSC dio por llegadas y en un par de intervenciones decisivas del portero albo, hasta que sobre el cierre llegó un empate fortuito. Ese gol parecía el combustible para una remontada, en el arranque del segundo tiempo, Barcelona salió más vertical y por momentos, más peligroso, encontrando el 2-1 en una transición rápida que dejó a Octavio Rivero mano a mano frente al arquero.
Liga encontró el empate. El tanto de Lautaro Pastrán, de primera y con precisión, volvió a nivelar el duelo y silenció al Monumental. En un hexagonal tan apretado, sumar en Guayaquil y conservar la posición de escolta tiene el valor de un triunfo silencioso.
Foto 9.- BSC y Liga igualaron 2-2 en Guayaquil.
