CASO
Una declaración emitida desde Estados Unidos por Marcelo Lasso Saavedra, testigo protegido de la Fiscalía, volvió a remover el expediente del magnicidio de Fernando Villavicencio. El expresidente Guillermo Lasso reaccionó de inmediato, rechazó cualquier implicación y denunció un intento de manipular la investigación.

Ecuador despertó con un nuevo capítulo en uno de los casos más sensibles de su historia reciente: el asesinato del excandidato presidencial Fernando Villavicencio, ocurrido en agosto de 2023. Esta vez, el detonante fue una declaración difundida por Marcelo Lasso, actual testigo protegido de la Fiscalía, quien desde territorio estadounidense volvió a señalar a figuras políticas y criminales como supuestos articuladores del crimen. La novedad y la polémica surgieron cuando el testigo mencionó directamente al expresidente Guillermo Lasso, al empresario Danilo Carrera y al líder de Los Lobos, Wilmer Geovanny Chavarría, alias Pipo. Según su versión, el magnicidio habría sido una operación “financiada y coordinada” por ellos.
El testimonio, que llegó en un momento de alta sensibilidad política, abrió paso a una avalancha de reacciones. La más inmediata y contundente vino del propio exmandatario. Minutos después de que la declaración se viralizara, Lasso recurrió a su cuenta de X para responder. “Que un delincuente, convicto y confeso, asistente personal del narcotraficante Leandro Norero, aparezca ahora con una amañada declaración es solo un burdo intento de desviar la atención”, escribió. El exmandatario insistió en que las nuevas declaraciones buscan contaminar el proceso judicial y desviar la atención hacia figuras que según dijo no tienen vínculo alguno con el crimen. En su mensaje, Lasso recordó que el propio testigo ha reconocido que en el pasado realizó declaraciones falsas por miedo, por dinero o para aspirar a beneficios penitenciarios, lo que para él constituye evidencia de una credibilidad debilitada.
También desmintió el supuesto móvil que habría motivado el asesinato. Lasso señaló que la investigación El Gran Padrino, mencionada por el testigo como el supuesto material que se quería evitar que se divulgara, ya estaba publicada meses antes del atentado, por lo que su argumento carecería de coherencia. El expresidente añadió un elemento clave: durante su administración, fue él quien solicitó formalmente la colaboración del FBI para investigar el asesinato de Villavicencio.
Para Lasso, la solicitud de asistencia al gobierno estadounidense desmonta cualquier insinuación que lo relacione con una trama criminal. Calificó como “novelesca” la versión del testigo y aseguró que no permitirá que su nombre sea manipulado en medio de intereses oscuros.










