CIUDAD
Acusaciones de presunta corrupción, confrontaciones públicas y discrepancias que escalan sin control han convertido al cabildo en un escenario de enfrentamientos que ya desbordan lo político para instalarse en la preocupación ciudadana.

La controversia se dio tras la desaparición de la sesión del 19 de noviembre de la página oficial del Municipio. La transmisión, que usualmente queda archivada como parte de los mecanismos de transparencia institucional, se esfumó sin explicación formal.
Versiones extraoficiales señalaron una posible infracción a normas de la plataforma, pero la ausencia de un pronunciamiento oficial propició el reclamo de concejales y ciudadanos. Alberto Ganán, presidente de la Comisión de Fiscalización, y Carlos Aulla, presidente de la Comisión de Legislación, tuvieron un cruce de señalamientos a niveles que comprometen la institucionalidad.
Ganán rechaza que su intervención haya motivado la eliminación de la sesión, mientras que Aulla insiste en que existen irregularidades por investigar, incluyendo un predio con presunta doble ficha catastral. Aulla, además, anunció que presentará denuncias ante Fiscalía y Contraloría contra el Registro de la Propiedad, por su parte Ganán, cuestionó públicamente las motivaciones de su colega. Incluso insinuó que esta ofensiva jurídica buscaría desviar la atención de temas más delicados, como las referencias al caso Altares, un proceso judicial que aún afecta al municipio y que vuelve a mencionarse en medio de esta disputa, el panorama es de riñas públicas, sospechas de corrupción y un cabildo cada vez más dividido.










