SOCIAL
Lo que hace apenas unos días era una historia marcada por el dolor y la soledad, hoy comienza a transformarse en esperanza. En la comunidad Laihua Chiguizungo, parroquia Simiatug, los hermanos que sobrevivieron durante años sin el cuidado de sus padres han empezado a recibir atención y acompañamiento integral por parte del Estado y de la Prefectura de Bolívar.

Gracias a la gestión del prefecto Aníbal Coronel Monar, a través del Instituto Provincial de Asistencia Social Bolívar (IPASB), desplegó un operativo de ayuda humanitaria para brindar asistencia médica, psicológica y social a los menores, quienes quedaron en situación de vulnerabilidad tras el fallecimiento de su madre y el abandono de su padre.
La intervención incluyó la entrega de kits de alimentos, productos de aseo personal, atención médica general y trabajo social, reafirmando el compromiso del Gobierno Provincial con la protección y el bienestar de los sectores más necesitados.
Las autoridades informaron que el IPASB realizará un seguimiento permanente al caso para garantizar que los niños reciban el apoyo necesario en su recuperación emocional y estabilidad familiar. Asimismo, se anunció que la prioridad ahora es construir una vivienda segura y propia para ellos, ya que la casa donde actualmente residen no les pertenece.
“La vida de estos niños empieza a cambiar gracias a la solidaridad de muchas personas que se han unido para ofrecerles un futuro digno”, destacó el prefecto Coronel, al recalcar que este caso “nos recuerda que, cuando un niño sufre, la humanidad todavía escucha”.
La historia de los hermanos de Laihua Chiguizungo se ha convertido en un símbolo de resiliencia y esperanza. Hoy, ya no están solos: reciben atención, cariño y la promesa de un nuevo comienzo.
“Gestión con corazón” —así define la Prefectura de Bolívar su labor social, enfocada en tender la mano a quienes más lo necesitan y en demostrar que la solidaridad sigue siendo la fuerza que ilumina los rincones más olvidados del país.










