Ministerio de Desarrollo Humano interviene para proteger a cinco menores en Simiátug

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AYUDA

Ante la detección de cinco menores de edad viviendo en situación de vulnerabilidad extrema en la parroquia rural de Simiátug, el Ministerio de Desarrollo Humano activó de manera inmediata equipos técnicos para brindar atención integral. La medida del gobierno busca garantizar la protección, seguridad y bienestar de los niños, quienes permanecen solos desde la muerte de su madre en esta comunidad aislada.

Los niños de Simiátug viven en condiciones precarias, sin luz ni agua potable; la intervención estatal busca garantizar sus derechos y bienestar.

Según el comunicado oficial emitido el 31 de octubre de 2025, el ministro Harold Burbano dispuso la intervención de los servicios de protección especial para realizar una valoración integral que incluya aspectos de salud, educación, alimentación y necesidades psicosociales de los menores. Además, se evaluará la existencia de familiares hasta el cuarto grado de consanguinidad que puedan asumir la custodia de los niños.

De no encontrarse parientes aptos, se aplicará el servicio estatal de acogimiento institucional, una medida temporal destinada a garantizar la seguridad y los derechos de los menores mientras se estudia su reintegración familiar o, de ser necesario, su adopción. “El objetivo es garantizar la protección, atención y el respeto de los derechos de estos menores”, señala el Ministerio, destacando que la intervención será integral y articulada con otras instituciones del Estado, para asegurar que los niños reciban apoyo sostenido y adecuado.

El gobierno hace un llamado a la ciudadanía a mantenerse informada a través de los canales oficiales y confiar en que las acciones estatales se ejecutarán de manera transparente. Los menores viven en Layhua Chiquisungo, un páramo remoto donde las condiciones de vida son extremas. En un video viral que conmovió a Ecuador, se observa cómo cuatro niños y una adolescente cocinan sobre un fogón, duermen en un colchón de paja y enfrentan las bajas temperaturas sin luz eléctrica ni agua potable.

La hermana mayor, de 16 años, ha asumido desde hace años la responsabilidad de cuidar a sus cuatro hermanos menores tras la muerte de su madre. “No hay nadie que nos vea”, dice uno de los niños en el video, frase que ha resonado en redes sociales como un símbolo de la vulnerabilidad que enfrentan miles de niños en zonas rurales.

La joven relata cómo cada jornada se convierte en un esfuerzo por garantizar alimentación, abrigo y seguridad para su familia, mientras lucha contra la falta de recursos y apoyo externo. El caso de Simiátug evidencia la precariedad que enfrentan muchas comunidades rurales en Bolívar y otras provincias de la Sierra Central: aislamiento geográfico, pobreza extrema y falta de servicios básicos.

La primera alternativa consiste en la custodia familiar, que busca identificar a familiares hasta el cuarto grado de consanguinidad que puedan asumir la responsabilidad de cuidar a los niños, siempre que las condiciones de seguridad, estabilidad y capacidad de atención sean adecuadas. La segunda alternativa, es el acogimiento institucional, un servicio estatal que ofrece protección temporal y especializada para niños y adolescentes que se encuentran en riesgo por abandono, maltrato o vulnerabilidad extrema mientras se planifica la reintegración familiar o, si no es posible, su adopción responsable.

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