GOBIERNO
A pocos días del inicio oficial de la campaña para la consulta popular y referéndum del 16 de noviembre, el presidente Daniel Noboa anunció que la isla Baltra, en Galápagos, no será considerada para la instalación de una base militar extranjera. El pronunciamiento lo realizó durante una entrevista, donde enfatizó que las prioridades de su Gobierno se concentran en fortalecer el control marítimo en Salinas y Manta.

Según Noboa, ambas ciudades costeras cuentan con infraestructura militar existente que permitiría ejecutar operaciones contra el tráfico de armas, combustibles y drogas, sin necesidad de crear nuevas instalaciones. Además, señaló que esos puntos son estratégicamente más adecuados que otros sectores del litoral, como Esmeraldas.
El mandatario aclaró que la intención de su administración respecto a Galápagos es fomentar la cooperación internacional para la conservación ambiental del archipiélago, y no instalar bases de defensa. Esta aclaración surgió luego de las críticas de sectores políticos y ambientalistas que alertaron sobre los posibles impactos ecológicos de una base militar en la zona.
Históricamente, Estados Unidos ya operó una base en Baltra durante la Segunda Guerra Mundial, hecho que afectó gravemente a la fauna local, incluida la iguana amarilla, especie que desde entonces ha sido objeto de programas de recuperación. Posteriormente, entre 1999 y 2009, militares estadounidenses utilizaron la base de Manta para operaciones antidrogas, hasta que la Constitución de 2008, impulsada por el expresidente Rafael Correa, prohibió la presencia de fuerzas extranjeras con fines militares.
Noboa adelantó que, en caso de aprobarse la reforma constitucional que se consultará en las urnas, su Gobierno abriría un periodo de diálogo con varios países para establecer acuerdos bilaterales en materia de seguridad. Explicó que cualquier convenio se basaría en el beneficio mutuo y la soberanía nacional. Además, el jefe de Estado confirmó que mantiene conversaciones con Brasil para evaluar la creación de una base de policía amazónica en Sucumbíos u Orellana, regiones afectadas por la minería ilegal. Reiteró que Baltra queda totalmente descartada y que el enfoque actual se centra en Manta y Salinas, con el objetivo de fortalecer la seguridad marítima del país.










