INTERNACIONAL
El gobierno de Donald Trump desmintió este viernes los reportes que indicaban que las fuerzas armadas de los Estados Unidos se preparan para lanzar ataques aéreos contra instalaciones militares en Venezuela.

En un comunicado, la vocera de la Casa Blanca, Anna Kelly, calificó como “infundadas” las filtraciones provenientes de fuentes anónimas que señalaban la existencia de un plan de bombardeo inminente. Afirmó que cualquier decisión sobre acciones de tal magnitud solo podría originarse directamente del presidente de los Estados Unidos.
Según informes de prensa recientes, el diario The Wall Street Journal había señalado que la administración estadounidense identificó posibles objetivos militares en Venezuela vinculados al narcotráfico, aunque sin que se haya tomado una decisión formal sobre su bombardeo.
La negación del gobierno de Washington ocurre en un contexto de creciente tensión en la región, donde la vigilancia aérea, las operaciones navales y los ejercicios militares se han intensificado en las proximidades del Caribe y la costa venezolana. Aunque la Casa Blanca insiste en que no hay un anuncio oficial sobre ataques aéreos, la posibilidad permanece en el trasfondo de la estrategia de lucha contra el narcotráfico y las amenazas transnacionales.
Para Venezuela, este tipo de reportes y contra-reportes siguen generando preocupación por el posible impacto sobre su soberanía, aunque hasta ahora no se han confirmado movimientos ofensivos directos. Mientras tanto, Washington mantiene que su principal objetivo continúa siendo la defensa del territorio estadounidense frente a la entrada de drogas y el desmantelamiento de redes criminales internacionales.










