VIAL
Las comunidades indígenas y campesinas de Pastaza levantan su voz ante el deterioro de las vías rurales, que se encuentran en condiciones intransitables y obstaculizan la salida de los productos agrícolas hacia los mercados locales.

Los habitantes aseguran que esta situación afecta directamente su economía y calidad de vida, por lo que exigen al prefecto provincial, André Granda, que cumpla con las competencias viales que le corresponden al Gobierno Provincial.
El reclamo fue liderado por Milton Vargas, presidente de la Comuna Ancestral San Jacinto del Pindo, quien representa a 39 comunidades, la mayoría de ellas desatendidas. Vargas señaló que han mantenido varias conversaciones con el prefecto, sin obtener soluciones concretas. “Hemos insistido desde hace años, pero no se nos escucha. Siempre hay nuevos pretextos”, lamentó.
Entre las demandas más urgentes se encuentra la construcción de una vía de 24 kilómetros que conecte once comunidades ribereñas del río Puyo, obra solicitada desde el 2022. Según el dirigente, en su momento el prefecto argumentó la falta de maquinaria, pero con el paso del tiempo surgieron otras excusas, sin que hasta ahora se inicie el proyecto.
Además, los comuneros denunciaron el mal estado de las carreteras Putuimi–Guagrayaku y Dos Ríos, que se han vuelto casi intransitables por los hundimientos y el barro, especialmente en temporada de lluvias. Esto impide que los agricultores puedan transportar sus cosechas y productos básicos, afectando el abastecimiento local y su sustento familiar.
Ante la falta de respuesta, las comunidades manifestaron que esperarán el cambio de administración provincial para volver a presentar sus pedidos a las nuevas autoridades. “Necesitamos funcionarios con voluntad de trabajar por toda Pastaza, no solo por algunos sectores”, concluyó Vargas, advirtiendo que, de no haber soluciones, podrían organizar movilizaciones en defensa de sus derechos y de la conectividad vial de la provincia.