La corrupción es un complejo fenómeno social, político y económico, que afecta a todos los países; socava las instituciones democráticas al distorsionar los procesos electorales, pervierte el imperio de la ley y crea atolladeros burocráticos, cuya única razón de ser es la de solicitar sobornos.┬áPara crear conciencia contra esta lacra, luchar contra ella y prevenirla, la Asamblea de las Naciones Unidas designó el 9 de diciembre como Día Internacional contra la Corrupción.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, se calcula que en los países en desarrollo se pierde, debido a la corrupción, una cantidad de dinero diez veces mayor que la dedicada a la asistencia oficial para el desarrollo. A nivel mundial, cada año se paga un billón de dólares en sobornos y se calcula que se roban 2,6 billones de dólares anuales mediante la corrupción, suma que equivale a más del 5% del producto interior bruto mundial.
Son datos reveladores┬á┬áde la corrupción, que afecta en forma┬á┬ádevastadora la vida de las naciones latinoamericanas, sus sistemas democráticos, los derechos humanos fundamentales, la escala de valores sociales con repercusiones insospechables en la educación y formación de las generaciones jóvenes. Porque conceptualmente, el término tiene una carga negativa impresionante que se relaciona con depravación, daño, soborno, perversión, vicio y hasta malos olores en sentido figurado.
En nuestro país, salvo pocas excepciones, parecería que no ha habido mucha efectividad en el control y lucha contra esta descomposición social por parte de los organismos estatales que tienen la facultad de “investigar denuncias sobre actos u omisiones que afecten a la participación ciudadana o generen corrupción”. De hecho, han sido escasos los resultados e informes contundentes al respecto.
Lamentablemente, la metástasis de la corrupción se ha propagado como foco canceroso en gobiernos de izquierda y derecha. Tal es el caso de los escándalos del Brasil y otros catorce países de América Latina, según lo┬á┬áregistra el Informe 2016 de┬á┬áLatinobarómetro.